No puede ser tanta estupidez y crueldad

No sé que será de tí, petirrojo de mi huerta. No sé de qué habrá servido que haya fertilizado la tierra con estiércol para que se desarrolle un humus y una rica capa donde los microorganismos y gusanos de todo tipo te alimenten; los árboles que planté y crecieron y crearon tu casa fresca y húmeda en verano, rodeada de colores y fragancias de rosas, madreselvas y jazmines; y donde podías bañarte en los charcos de los riegos del verano con la tranquilidad de estar entre amigos. No sé si volverás a mirarme curiosón mientras planto las hortalizas, porque no sé si volverás.


Más de cuatro millones de aves migratorias mueren en España cada año mediante diversos tipos de caza ilegal, dice el informe de la SEO/BirdLife.Gran parte de las aves que atraviesan nuestro pais en sus migraciones son tiroteadas, o envenenadas, capturadas en redes para ser encerradas o mutiladas, o terminan impregnadas de pegamentos en trampas donde caen al suelo, mientras esperan la muerte lenta o son aplastados por la cabeza.

Puede que mueras al servicio de objetivos lúdicos o gastronómicos disfrazados de la tradición popular, y, en muchos casos, como práctica tradicional del patrimonio etnográfico local. Eso sí, todas constituyen un delito y una crueldad.

Si se te ocurre darte una vuelta más larga y hacer un descanso en la isla de Malta, tendrás el privilegio de encontrarte en una isla llena de descerebrados que ostentan el macabro honor de ser considerado el lugar del planeta más hostil para las aves pues se entretienen cada año en capturar más de cuatro millones de fringílidos como tú, además de miles de repaces, garzas, golondrinas y una lista interminable.

Creo que es mejor no salir de casa. Sería bueno que convencieras a tus compañeros de la huerta que el turismo no es aconsejable para las aves en un planeta lleno de estupidez y crueldad.

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