jueves, 22 de julio de 2010

Vivir cada segundo como nunca más


Dice Joaquín Sabina que la luna es una daga manchada de alquitrán. Me encanta sus figuras poéticas tan imaginativas y ocurrentes.
Trato de hacer caso a Vinicius de Moraes, artista y cantante brasileño, poeta,compositor, diplomático, que decía en una de sus sambas: "la cosa más divina que hay en el mundo es vivir cada segundo como nunca más..." Pero cada uno de mis segundos los dedico a dar vueltas y vueltas en mi cabeza a cada una de las frases, las lecturas, las escenas, las canciones, los acontecimientos políticos, la vida que me rodea, los problemas que son y los que pueden ser, hasta echar humo por todos los poros de mi cuerpo, sin estar indiferente ante nada, siendo feliz o infeliz con ello.
Giuseppe Verdi fue el compositor más grande de Italia. Pero él se consideraba un hombre de campo y nada le hacía más feliz que cuidar de su granja en las cercanías de Busseto, próximo al lugar donde había nacido en 1813.
En el Valle de Mosel de Renania-Palatinado, en Alemania, los pedregosos viñedos de pedernal ascienden desde el río por el lado norte, orientados al sol desde la época de los romanos. Y ahora los habitantes de la zona están en pie de guerra contra un puente colosal de 3,2 kms. con diez columnas reforzadas de cemento que perforarían este bucólico valle que producen los elegantes vinos de Riesling. El Gobierno les dice que es imprescindible para el progreso del pais y la región. Para ellos, su paisaje cultural, es su particular catedral que la ven amenazada. Un amigo comerciante le preguntó a Stendhal para qué servía la cúpula de San Pedro del Vaticano que tanto alababa, a lo que el escritor repuso: "Sirve para conmover el corazón humano".
Dice Fernando Savater, al que admiro profundamente por lo que dice y escribe en libros y artículos, que en "España sobran héroes a la hora gloriosa de los laureles, pero hay déficit de ciudadanos para respaldar y reclamar las obligaciones comunes del día a día...", refiriéndose a los últimos acontecimientos de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña y la manifestación de protesta contra dicha sentencia en Barcelona, "la mayor concentración reaccionaria de la Ciudad Condal", promovida por "el irredentismo manipulador nacionalista". "No podemos jugarnos el Estado a los penaltis". "Se trata del Estado, no de la nación. En un Estado democrático puede haber muchas naciones, culturales o sociales. Cataluña no puede ser una nación política porque eso equivale a Estado nacional y esa casilla ya está ocupada por España....con Cataluña incluida. Las naciones son unas cosas de sentimientos, pero los Estados son instituciones y tienen su reglamento legal llamado Constitución....Las instituciones se pueden cambiar, pero votando, no por la puerta de atrás..."
Hoy hace un día de verano hermoso. Andamos por los 32ºc. El cielo ha lucido con un azul intenso. Ahora se va cerrando el telón del día, mientras las sábanas de la noche nos arropan en su regazo.

sábado, 17 de julio de 2010

Entre riegos y concierto




El baobab es un árbol cuyo tronco puede tener un diámetro de 10 y 20 metros, guardando en su interior ingentes cantidades de agua. Es el árbol botella. Hoy ofrecen viajes turísticos para disfrutar de este árbol sagrado en la isla Gran Comora. Yo quise tener un baobab en la huerta. Cecilia me trajo un ejemplar de Senegal con motivo de un viaje de trabajo. Se murió. No aguantó el primer invierno.
Hoy he visto amanecer en la huerta regando los árboles. La luz del día iba creciendo por encima de Cerro Palomares, a la derecha del Pico Almadén, en Sierra Mágina. El oscuro del cielo iba dando paso a un azul mortecino, como si estuviese filtrada por una manta de nylon negro de un invernadero. El contacto del agua con la tierra sedienta levantaba un olor a hierba seca mojada. Por la falda de San Agustín, entre los olivos, corría un zorro buscando su guarida, como los vampiros, antes de que salga el sol. La oropéndola silba en el nogueral del barranco. A esas horas la brisa es fresca, aunque no corría aire, lo que anunciaba un día caluroso.

Esta tarde me voy a escuchar en concierto a Amancio Prada en Chiclana de Segura. Es el último trovador de esta época. Acaba de editar un disco dedicado a las "Coplas a la muerte de su padre" de Jorge Manrique. Le conocí en Madrid en tiempos de la transición política, allá por la década de los setenta. Tenía una voz limpia y melodiosa cuando este leonés-gallego ponía música a los romances populares o a Rosalía de Castro. Me ilusiona conocer cómo ha hecho en él mella tantos años pasados de desazón y frustración.
Lo dejo aquí, guardo lo escrito, y me voy al concierto.
Era tarde anoche cuando volví de Chiclana de Segura. Tengo puesto "Libre te quiero" de Agustín García Calvo en este momento, aún envuelto en la magia seductora de la voz, la música y la presencia de esta persona que exhala nobleza, elegancia incontaminada de treinta años buceando en la pureza poética de nuestros trovadores, místicos y románticos.
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que al cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
Al final de la noche nos dedicaba su libro disco con esta frase:"Para Sebastián, para Cecilia, juntos en el rio de la vida. Con mi abrazo. Amancio Prada."

jueves, 15 de julio de 2010

La huerta empieza a producir





Como una explosión de fuegos artificiales, de la noche a la mañana, los pepinos, los calabacines, los tomates y los pimientos nos han empezado a regalar sus maravillosos frutos. Las plantas de las calabazas expanden sus tallos rastreros como pulpos cubriendo el suelo de la huerta. Todo es una masa viva verde que crece cada día.
España entera se despereza de la resaca de varias jornadas de orgía de autoestima patria con la victoria en los mundiales de fútbol. Como la masa verde de la huerta, la masa roja y amarilla de la bandera se ha adueñado de todos los cuerpos jóvenes y viejos del pais. Por primera vez observo que la bandera la han democratizado un equipo de jugadores catalanes que seguramente era lo último que pretendían. Desde ahora es la bandera de España sin paliativos. Y envueltos en la bandera se han sacudido la crisis económica, la depresión general y la tristeza. Tendremos problemas, pero estamos contentos. Nunca entenderán lo suficiente estos jugadores la gran contribución política que han hecho a la construcción nacional, incluida a la consolidación de la monarquía. Qué maravilloso sería este pais si tuviese representantes políticos con la altura suficiente para entender lo que ha pasado, la enorme energía positiva acumulada, y su capacidad para transformarlo todo. Nunca se presentará otra ocasión como esta. Desgraciadamente la enorme mediocridad política pronto nos recordará que todo fue un sueño.
Yo particularmente querría contribuir con mi pequeño grano de arena, renovando las ganas de trabajar en proyectos, con la vista hacia adelante, en armonía con mis semejantes y mi entorno.