Las huertas históricas de Úbeda en peligro
Dice Esteban, de la asociación de los hortelanos de los miradores de Úbeda, que esta ciudad no puede entender su existencia sin las vitaminas que suministraban sus huertas de debajo de sus murallas. Porque había agua y huertas nacieron las iglesias, los palacios renacentistas, los torreones medivales, la calle Real y el palacio Vela de los Cobos. La ciudad histórica es nuestra Alhambra, y nuestras huertas deben ser nuestro Generalife. Sin embargo, sus jardineros, los hortelanos, cada vez son menos, y pareciera que se trabaja para que no quede ninguno. Hoy se han reunido con la asociación de defensa del patrimonio Plaza Vieja, en una visita guiada por los senderos que zigzaguean entre muros de piedra derruidos, albercas y minados centenarios, tablas de habas y cebollas, cantos de "arcanciles", olivares invasores de lo que fueron antes huertas, basura moderna de envases de plástico, tuberías de goma de todos los calibres, sofás y retretes abandonados, y eriales tristes quemados