Y llegó la nevada
Dije días anteriores que si llegaba la nevada se remataría positivamente el invierno. Tras un mes de agua aquí esta la nieve, que además se puede incrementar en la semana que comienza. Con tiento hemos ascendido esta mañana la montaña, hasta la huerta, por un carril cubierto de nieve y placas de hielo. Ibamos, Damián y yo, con la idea de que el coche no podría llegar hasta arriba, y por tanto, que tendríamos que hacer un buen tramo a pie. No fue necesario. El todoterreno se portó como un jabato, y subió sin dificultad. La nieve era una verbena de huellas de animales de diferentes tipos. Tal vez zorros, garduñas, ginetas...No las sé diferenciar. Alrededor del comedero de los zorros en la huerta las huellas eran tan numerosas que parecía un muestrario. Dos gallinas andaban picoteando las aceitunas del suelo cuando deberían estar encerradas en el gallinero. El último día las dejamos fuera sin darnos cuenta. Y han sobrevivido. De las canales del tejado de la cabaña pendían enormes chupone